domingo, 14 de septiembre de 2008

A Evo Morales


Cochabamba, 12 de septiembre, 2008

Sr. Evo Morales Ayma
Presidente Constitucional
de la Republica de Bolivia
Presente.-

Ref: En defensa de la vida de los bolivianos y de la Cultura de la Vida


Sr. Presidente:

En su discurso hoy y en otras ocasiones Usted dice que defiende la cultura de la vida. Algunas de sus palabras y de sus acciones, incluyendo el pedido a las fuerzas del orden de no usar armas de fuego en este delicado momento parecen demostrar que Usted sinceramente cree, al menos en parte, en este concepto.

Sin embargo, para que Bolivia no llegue a arder, le pregunto a Usted Sr. Presidente -- ¿verdaderamente cree en este principio, cree en ella con todo el corazón?

¿Esta Usted Sr. Presidente dispuesto a ser el primero en dar el ejemplo de la no violencia como el mejor camino a seguir? ¿Esta Usted sinceramente comprometido con la cultura de la vida? ¿Esta comprometido con ser el primero en demostrar a todos los bolivianos y a gente en distintas partes del mundo que lo observan, que es un hombre verdaderamente pacifico y no un hombre violento?

De ser así Sr. Presidente la no violencia debe reflejarse ahora y siempre primero en su propia conducta y su propia forma de ser, en sus acciones, sus palabras y sus pensamientos diarios. Usted no tiene, y no tendrá, la autoridad moral para apaciguar a los jóvenes y a los radicales de este país si no es capaz de apaciguar a los impulsos de agresión en su propio interior.

Si Usted realmente esta comprometido con una cultura de la paz, Sr. Presidente, deja Usted entonces de ser violento y de hacer la guerra a su propio pueblo. Deja de asociarse con dictadores y hombre violentos como los presidentes de Irán, Libia y Venezuela. Pida Usted personal y públicamente al Sr. Chávez que deje de convocar a la violencia en un país libre y digno donde el no tiene nada que hacer. Dígale de inmediato que deje de incitar rabia y violencia en los corazones de bolivianos que no han hecho daño ni a el ni a nadie. Hágalo como testimonio publico ante todos los bolivianos.

Deje de asociarse y de dejarse asesorar por hombres violentos, educados bajo doctrinas de la muerte como lo son el marxismo y el socialismo extremo, doctrinas imperialistas, importadas, violentas y extrañas a la realidad y a la cultura de la vida de nuestros pueblos andinos y amazónicos. Saque de inmediato de su gobierno a personas violentas, entrenadas en escuelas terroristas o militares. Estas personas no representan una cultura de la vida, no representan a una ideología y cultura verdaderamente boliviana.

Si Usted realmente pretende liderar un proceso de profunda transformación social dentro del marco de una cultura de la paz y de la vida, debe darse tiempo a solas con la naturaleza, con su conciencia y con el Misterio que esta mas allá de nuestros egos para meditar, reflexionar y mirarse a si mismo. En esta reflexión, se dará cuenta que Usted mismo ha sido en ocasiones un responsable directo y principal de dolor y violencia, de una cultura de la muerte y no de la vida. Sea consistente Sr. Presidente porque la consistencia es verdad, la verdad es justicia y la justicia es vida.

A partir de sus discursos agresivos, racistas, divisionistas e intolerantes, Usted mismo y los radicales en su entorno inmediato como García Linera, Rada, de la Quintana, Sacha Llorenti, Silvia Lazarte y otros han sembrado, y siguen sembrando, una cultura de la muerte y no de vida, de mentira, hipocresía, desconfianza, resentimiento, racismo y de odio. Si Usted y sus hombres y mujeres de confianza no pueden reconocer y no pueden detener estos impulsos en sus propios pechos, no son ni serán dignos de representar un proceso de cambio basado en la cultura de la vida.

Si Usted y su partido realmente buscan un cambio que genere bienestar y felicidad para los bolivianos, deben Ustedes primero cambiar de conducta. Deben dejar la violencia verbal tan profundamente arraigada en sus discursos diarios. Deben dejar la hipocresía, el doble discurso, y sobre todo el desprecio, la invalidación y la falta de respeto hacia otros bolivianos que son tan bolivianos, tan patriotas y tan seres humanos como ustedes. Deben dejar de amenazar, insultar y atacar personalmente a mujeres y hombres dignos que simplemente buscan, igual que Ustedes, aportar al desarrollo y bienestar de Bolivia a partir de sus propios valores, principios y realidades.

Si Usted sinceramente desea representar la cultura de la vida y ser el líder que el pueblo boliviano desea seguir, debe Usted aprender y aplicar en todos los aspectos de su vida diaria la no violencia. Debe respirar, sentir y vivir la filosofía, la práctica y la sacrificada disciplina del ahimsa desarrollada por Mahatma Gandhi, aplicándola a Bolivia.

Bolivia no va a cambiar Sr. Presidente si Usted mismo no cambia. Bolivia no va a dejar de arder Sr. Presidente si Usted mismo y si las personas que forman parte de su entorno de poder no son capaces de calmar la violencia, el odio, el rencor, la rabia que llevan en sus propios corazones y mentes. Usted no puede hablar, ni puede pretender conducir un proceso de cambio no violento si Usted mismo no esta dispuesto a apaciguar cualquier sentimiento de rencor, rabia, odio o violencia en su propio pecho.

Solamente por ese camino, que no es un camino fácil, puede usted legítimamente postular a ser un líder digno del pueblo Boliviano -- que si es un pueblo pacifico y comprometido con la cultura de la vida.

Solamente cambiando primero usted mismo puede llegar a ser un gran hombre y un buen líder como lo han sido gigantes del amor y de la paz como Gandhi, Mandela, Havel, Martin Luther y el Dalai Lama.


Con paz, respeto y dignidad.

Leon Galindo Stenutz

Ser humano, ciudadano boliviano y
Director Ejecutivo, Fundación Civitas
Cochabamba, Bolivia


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